Como cada año, ayer, 5 de marzo de 2022, fue la fecha elegida en todo el planeta para conmemorar el Día Mundial de la Eficiencia Energética, una efeméride que debe servir para concienciarnos sobre la importancia de hacer un uso lo más responsable posible de los recursos energéticos que tenemos a nuestra disposición.
La celebración del Día Mundial de la Eficiencia Energética se lleva a cabo desde el año 1998, como reconocimiento de la Primera Conferencia Internacional sobre Eficiencia Energética, en la que participaron más de 350 profesionales y expertos de 50 países, aportando sus conocimientos para diseñar y poner en marcha estrategias útiles para hacer frente a la crisis energética y su influencia sobre el medio ambiente.
El principal objetivo que se persigue con la conmemoración anual de este día reside en la necesidad de reflexionar sobre nuestro papel esencial, a título personal, en la reducción de los efectos del cambio climático, aportando nuestro granito de arena mediante un empleo más eficiente y racional de nuestros recursos energéticos.
En este sentido, tenemos en nuestra mano contribuir a la mejora de la eficiencia energética en el desarrollo de una gran parte de nuestras actuaciones diarias tanto a nivel personal como laboral, reduciendo el consumo de luz, optando por sistemas de transporte menos contaminantes, como el transporte público, los vehículos eléctricos u otras alternativas de movilidad sostenible como desplazarnos a pie o en bici, o apostando por la utilización de fuentes de energía renovables en lugar de aquellas obtenidas a partir de combustibles fósiles.
Como puedes comprobar fácilmente, el incremento de tu eficiencia energética no tiene por qué afectar negativamente a tus hábitos diarios o a tu calidad de vida. Por el contrario, es una de las mejores herramientas que tienes en tu mano para garantizar un mundo mejor y más sostenible para las próximas generaciones.