A lo largo de las últimas semanas hemos decidido tomar partido activamente en este blog para alertarte sobre los numerosos peligros que el cambio climático tiene sobre nuestro entorno y, como no podría ser de otra manera, en relación a nuestro bienestar y calidad de vida.
Desde nuestro humilde punto de vista, los distintos efectos del cambio climático ya empiezan a ser claramente palpables a nuestro alrededor, hasta el punto de afectar a nuestro día a día, no solo a nivel ‘macro’, en términos climáticos, medioambientales o sociales, sino también en lo que se refiere a nuestra salud, bienestar o, por qué no decirlo, a nuestro bolsillo.
En este sentido, hoy queremos profundizar en uno de estos aspectos más prácticos y visibles, aunque sí que es cierto que no con tanta fuerza como en otros ámbitos, como es la influencia que tiene el cambio climático sobre tu comportamiento energético, en cuanto a tus pautas de consumo y a su protagonismo en relación al precio de la luz que consumes diariamente:
- En primer lugar, hay que partir del hecho de que los efectos del cambio climático en nuestro entorno se están materializando en una tendencia hacia unas condiciones meteorológicas más extremas, donde la transición del frío al calor, y viceversa, son más bruscas. Esta nueva realidad hace que tus necesidades energéticas sean mucho más elevadas, sobre todo por la necesidad de contrarrestar estas temperaturas con sistemas de refrigeración o calefacción.
- Este aumento de las necesidades energéticas se traduce, a su vez, en un incremento de la demanda de los usuarios, lo que explica que sea necesario un mayor abastecimiento de energía, acudiendo a fuentes más costosas y, en ocasiones, menos eficientes.
- Más allá del circulo vicioso que se genera en este sentido, sobre el que sería bueno reflexionar, el cambio climático también tiene una enorme incidencia sobre algunas de nuestras alternativas energéticas renovables, limpias y cuya generación supone unos menores costes, como son la energía eólica o la hidráulica, agravando esta situación.
- Por tanto, este es uno de los fenómenos que explica que el precio de la electricidad se haya disparado en los últimos años, sobre todo en aquellos periodos en los que se produce una mayor ausencia de lluvias o viento.
En definitiva, es indispensable seguir apostando por el desarrollo y optimización de las fuentes de energía renovables y, a su vez, intensificar el apoyo a la investigación en aquellas otras que sirvan de complemento a las actuales, principalmente en entornos en los que estos recursos energéticos ofrecen un rendimiento menos eficiente.