¿Te imaginas las múltiples aplicaciones que se podrían desarrollar a partir de un sistema que permita la generación de energía mediante la presión ejercida por los peatones al caminar por un pavimento especialmente diseñado para ello? Este sistema ya existe, gracias al desarrollo de las baldosas Pavegen y se aprovecha de las posibilidades de la energía piezoeléctrica.
Dentro de las nuevas fuentes de energía alternativas que están llamadas a complementar las posibilidades para la obtención de electricidad a partir de elementos, a priori, menos convencionales, el desarrollo de la piezoelectricidad puede contribuir notablemente al necesario proceso de transformación de las ciudades en lugares cada vez más sostenibles y menos contaminantes.
En este sentido, para conocer mejor cómo puede este sistema revolucionar positivamente el mundo en que vivimos, hoy queremos aprovechar este espacio para mostrarte una interesantísima iniciativa relacionada con esta fuente de energía limpia y renovable, como son las baldosas Pavegen.
A pesar de que parece una idea sumamente innovadora y futurista, esta tecnología fue desarrollada hace ya varios años, en el año 2009, por el ingeniero industrial británico Laurence Kemball-Cook, un auténtico visionario que decidió poner en marcha todos los estudios y procesos necesarios para desarrollar baldosas inteligentes, capaces de producir y acumular la energía cinética procedente de nuestras pisadas.
Su mecanismo consiste esencialmente en la instalación de una pequeña rueda bajo la baldosa, que a través de la presión ejercida por nuestro peso, es capaz de generar energía mediante un mecanismo de inducción electromagnética.
Para dotar a este sistema de un mayor atractivo para el peatón que camina sobre ellas, aproximadamente un 5% de la energía generada se utiliza de forma interna para su iluminación, mientras que el resto puede ser empleado de forma prácticamente directa para el abastecimiento del alumbrado público, de las señales semafóricas y de tráfico próximas o para la creación y mantenimiento de zonas WiFi públicas.
Además, cada una de las baldosas diseñadas para esta misión están elaboradas a partir de materiales reciclados y reutilizados, y en su diseño se ha tenido en cuenta su necesaria resistencia a condiciones climáticas adversas, como el frío o la humedad, lo que les permite disfrutar de una vida útil de alrededor de 5 años.
Si bien todavía queda un arduo camino hasta descubrir si esta nueva tecnología alternativa es capaz de conseguir su plena implantación y consolidación a nivel mundial, es posible observar distintos ejemplos de la instalación con éxito de baldosas Pavegen en Londres, concretamente en su Estadio Olímpico o en el centro comercial Westfield Stratford City, y en Melbourne, en Federation Square, una plaza que sirve como modelo y claro exponente de la apuesta de esta ciudad por los avances en tecnología ecorresponsable y sostenible.